Baires

Y bueno, cruzamos la cordichera y chegamos a Baires. Por achá andaban la Vale con el Jose asi que nos juntamos con ellos y recorrimos la ciudad durante esos días. También estuvimos con la Fio que vive allá desde hace un rato y hasta tuvimos la suerte de ir a ver el estreno de una obra donde ella actúa. Podemos decir que en resumidas cuentas caminamos, caminamos y caminamos. La Vale y el Jose se pasaron como guias y tratamos de recorrer la mayor cantidad de calles en esos dias. Fuimos al botánico, a la reserva ecológica, a puerto madero, la boca, palermo, san telmo, microcentro y todos sus intermedios. Comimos rica carne, buenos pasteles, muy ricos helados y excelentes fernet con coca-cola y harto hielo. La ciudad nos dejó muy sorprendidos por su escala y la belleza de sus edificios. Se nota que tuvo una epoca de oro donde todo quedó grande. De recesión no queda mucho, al menos no es evidente para los forasteros. El comercio se mueve mucho y la gente parece contenta. Ah! otra cosa que ayudo mucho a disfrutar el paseo fue el tiempo. La viajar en Octubre a Baires parece buena receta. No hace mucho calor y menos frío. Quizás un poco nublado en algunos minutos pero muy agradable en comparación con el calor desesperante del verano. El día que regresemos, será en primavera una vez más. Este fue además el primer viaje fuera de Chile del Piri. A esas alturas ni se notaba. Se portó bien y no le hizo pasar malos ratos a su madre. Nos acordabamos de el cada vez que la Caro nos rechazaba un vino, una cerveza o un fernet...que no se perdía de todas maneras. Y así pasó nuestro largo fin de semana en Baires. Esperamos volver algún día. Queda cerca, es entretenido, bonito y barato. Aparte escuchar el acento Argentino da mucha risa. En general son gente muy graciosa y amable, pero escucharlos hablar es lejos lo más divertido.