jueves, febrero 01, 2007

Laos

El vuelo de Chiang Mai a Laos demora una hora. Por tierra son tres dias. Los poco mas de 300 kilometros que separan linealmente estas ciudades se convierten en millares por los caminos barrosos que suben y bajan montanias y cuando se acaban los caminos la unica alternativa es pescar un bote y enfilar por el Rio Mekong (El amazonas del Sudeste Asiatico) junto a turistas todoterreno y otros no tanto que estan dispuestos a dejar los riniones en el trayecto. La gracia del bote dura dos dias al cabo de los cuales se llega a Luang Prabang con el unico suenio de tener acceso a un banio limpio, una ducha y una cama. Nosotros no lo hicimos , pero eso nos conto mi hermana que lo hizo junto a sus amigas y les prendo velas por el sacrificio. Nosotros nos demoramos una hora y creo que no nos arrepentimos. Llegamos a eso de las 6 de la tarde, justo despues de que el sol desaparece detras de los cerros y el valle se empieza a llenar de humo...es hora de comer y las cocinas a lenia se empiezan a prender para cocinar el arroz y el curry correspondiente. El publo es chico y cubre una peninsula encerrada por el Rio Mekong y otro que no me acuerdo. Tiene una calle principal de unas 8 cuadras con casonas de arquitectura Franchute que le dan un toque atractivo para los turistas pero quizas son un recuerdo constante de los problemas que el imperialismo trajo a estas tierras. Los Franceses al parecer llevaron arquitectura, "moderidad y progreso" ademas de croisants y baguettes. Por supuesto nada es gratis y hoy Laos es un pais pobre con un nivel de desarrollo mucho menor al que habia hace tres siglos. Como en tantos otros lugares se repitio la misma historia de sociedad entre el imperialista conquistador y la elite local siempre dispuesta a vender su pais con tal de tener un traje hecho en Paris...dejando al 99% de la poblacion encadenada a un espiral de pobreza que los unde cada dia mas. La verdad es que el pueblo es bonito, para que andamos con cosas, pero la pobreza impacta bastante. Entre panaderias, cafes, y porticos galos se funden los templos budistas, los puestos de frituras y las vendedoras de tejidos. Las artesanias son maravillosas y el mercado nocturno que cubre de panios y cachibaches la calle principal no deja a nadie indiferente y menos a las billeteras. Despues de un par de dias dejamos Luang Prabang y ahora despues de varios dias ya, aun no sabemos que pensar. Tratar de entender un pais despues de una visita tan fugaz es muy dificil por no decir imposible. Sacamos fotos bonitas, comimos seudomarraquetas y visitamos templos espectaculares, pero aun no sabemos que decir de ese lugar perdido en el mapa que se llama Laos pero que en realidad es un mosaico de un centenar de etnias que por milenios compartieron cerros, rios, valles y selvas felices de la vida y que hoy estan unidos por una linea en un mapa que otros trazaron y que ellos estan obligados a reconocer. Les importa? tampoco sabemos.